Al hablar de Mustang es inevitable pasar por alto su connotación de “poderío”. Este auto, también catalogado como símbolo de la masculinidad americana, marcó una época que se niega a abandonar el asfalto. Para 1968, las líneas de éste vehículo se hicieron más suaves, pero contrariamente a lo que pudiera pensarse, el auto conservó su diseño agresivo y dinámico. |